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domingo, 27 de febrero de 2011

LO QUE MARCA LA DIFERENCIA

Y si, Lanús tiene dos caras, una de mitad de cancha para adelante, y otra en lo defensivo. Por eso, con ratos de buen futbol y otros de sufrimiento, el grana venció a Quilmes 2 a 1 en la fortaleza.

 Sábado por la tarde, buen horario, después del asado, sobremesa y a la cancha, rutina que se habrá repetido en unos cuantos de los que coparon la fortaleza, Pittana fue el encargado de dar el pitazo inicial a un nuevo clásico del sur.
En los primeros minutos del cotejo, el ensamble de Valeri con Camoranesi dio sus frutos, se disfruto de un futbol que hace tiempo no se veía, al cual algunos apodan “Champagne”, el recién llegado del Almería y el ítalo-argentino hicieron dupla por el sector izquierdo para dejar anonadado al público asistente, el visitante que no lograba entender por qué el cervecero no había tocado el balón aun, mientras que los hinchas granates se rompían las manos aplaudiendo luego de cada jugada…

Pero, en Lanús hace mucho tiempo que todo tiene un “pero”, la defensa de Schurrer da ventajas, aunque en lo que va del torneo, fue de lo mejor que se pudo ver. El debut de Araujo fue bastante auspicioso, el más destacable del fondo, Paolo Goltz estuvo perdido, no parecía tener una visión clara del juego, Izquierdoz intentó marcar lo mejor posible, y por momentos lo hizo, y Lugo, que sigue naufragando en la mediocridad. En la mitad de la cancha, Pelletieri no fue el de siempre, muy impreciso en los pases y a destiempo en la marca. A Pizarro se lo vio como el colaborador de Agustín con mucha más técnica que se sumaba a los ataques.
Camoranesi y Valeri son un capítulo aparte, uno ídolo del club, el otro, con una trayectoria que da miedo, tuvieron un arranque espectacular, a puro toque y lujo que cosecho sus frutos cuando Camora arranca una individual, y Valeri luego de un rebote, deja a un defensor en el piso y define por arriba de Galindez. Golazo. Grito desesperado del 33, abrazándose con el que había iniciado la jugada. 1-0 y se imaginaba la tarde ideal.
Minutos más tarde, en el mejor momento granate, Lugo pierde en el cabezazo y Garnier, ex arsenal, pone el empate injusto. Ahora, la situación cambiaba.
Con lo que tenia, Quilmes complicaba a la desorientada defensa de Caranta, mientras que en el otro arco, Castillejos no paraba de errar goles hechos. Pero Lanús tiene a Valeri.
Ahora desde la izquierda, toma la pelota el capitán y engancha para adentro, mira a Galindez, e inmediatamente coloca un zapatazo a colocar que desubica al arquero, colocando al grana en ventaja y devolviendo claridad al juego.
Muere el primer tiempo y Lanús pintaba para más.
El segundo fue demasiado luchado, sin demasiadas oportunidades, pero si sobre el final, donde Quilmes fue con las pocas ideas que tenia, dejando huecos importantes que la entrada de Carranza supo aprovechar y estuvo a punto de marcar en dos oportunidades. Castillejos no está fino en el último toque, pero se lo ve colaborador con sus compañeros. El grana se llevó 3 puntos que sirven para alivianar la carga de cara al Derby el domingo que viene.

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